¿Conoces la figura de Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, el X Conde Aranda? Por expreso deseo personal sus restos descansan en el Panteón de Nobles del Monasterio de San Juan de la Peña, como descubrirás en la visita al monasterio, incluso hay una sala específica dedicada a la figura de este aragonés, influyente en la historia política de España, diplomático, militar y figura representativa de la Ilustración española.
Don Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, X conde de Aranda, nació en el castillo ya desaparecido de la pequeña localidad oscense de Siétamo, el día 1 de agosto de 1719. En cuanto a su vida familiar, íntimamente ligada a Aragón, poco se sabe más allá de que en su infancia pasaba los veranos en su localidad natal y el resto del tiempo en Zaragoza. Ya siendo un adulto pasó la mayor parte de su vida fuera de tierras aragonesas, sin embargo, conservó y añadió propiedades al patrimonio familiar, y volvió a Épila, donde después de retirarse de la vida en activo residió hasta su fallecimiento en 1798, a la edad de 79 años.
Siendo muy joven, la familia de Pedro Pablo encaminó su vida adulta hacia la carrera eclesiástica, por ese motivo ingresó en el Seminario de Bolonia, pero a los 18 años abandonó la institución para ingresar en la Escuela Militar de Parma. En el mundo castrense, su verdadera y temprana vocación, se forjó una trayectoria larga y reconocida, llegando a ser nombrado Capitán General de los ejércitos, el grado militar más elevado en la España borbónica.
El resto de su vida en activo, Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea que ostentó 23 títulos nobiliarios, aunque se le conoce por su título principal, el de X Conde de Aranda, se dedicó a la política y a la diplomacia al servicio de cuatro reyes: Felipe V, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV.
Este aragonés, cuya figura ha sido calificada de ‘controvertida’ por algunos autores, sigue siendo una gran desconocida para el público general. El X conde de Aranda fue un hombre de su tiempo y estuvo marcado por la Ilustración. Su relación con filósofos como Voltaire y con importantes enciclopedistas durante su estancia en Francia, se conjuga con su condición nobiliaria y su desempeño al servicio de la Corona española durante gran parte de su trayectoria profesional, una dicotomía que marcó su vida y sus ideas.
Conocidas son las reformas económicas que puso en marcha durante su etapa al frente del Consejo de Castilla, política en la que destacan las reformas agrarias, la elaboración del primer censo de población en España, y su apoyo a las Sociedades Económicas de Amigos del País, entre las que la aragonesa ocupaba un puesto relevante y de la que fue fundador -siendo embajador en París-, así como de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis -cuando ocupó la Secretaría de Estado en Madrid-.
Además de promover el uso y extracción del carbón de piedra de Utrillas y de otros del Reino de Aragón, también destaca su impulso para continuar con las obras del Canal Imperial de Aragón, paralizadas cien años antes. En la recta final de su trayectoria política, el X conde de Aranda visitó junto a su primo Ramón Pignatelli tanto los trabajos como las instalaciones del canal.
Su vínculo con San Juan de la Peña
En 1785, tras ser diagnosticado de una afección cutánea, el conde de Aranda se puso en contacto con el monasterio de San Juan de la Peña, solicitando a los monjes que le facilitaran copia de algunos documentos del archivo monástico relativos a la familia, linaje y patrimonio de los Abarca de Bolea. Con la carta, dirigida al abad y señores del Real Monasterio de San Juan de la Peña fechada en “Bagnières de Luchon, reino de Francia”, el 22 de agosto de 1785, el X conde de Aranda, además de rehacer su árbol genealógico, buscaba justificar lo que antes de morir en la villa de Épila, el día 9 de enero del año 1798, dejaría reflejado en su testamento: “Cuando su Divina Majestad disponga de mi alma, se sepulte mi cuerpo en el Monasterio de San Juan de la Peña, sepulcro de mis mayores sin pompa alguna, y sin perjuicio de los derechos parroquiales que corresponda”.