RUTA: DEL MONASTERIO NUEVO A SANTA CRUZ DE LA SERÓS

El privilegiado entorno natural en el que se localiza el Monasterio de San Juan de la Peña es una oportunidad para sumergirse en una apabullante naturaleza de frondosos bosques, el disfrute de la riqueza de su biodiversidad y las generosas vistas que ofrecen de buena parte de la cordillera pirenaica.

Una de las rutas más simbólicas es la que discurre entre el Monasterio Nuevo y el cercano núcleo de Santa Cruz de la Serós, con una duración de 2,45 horas (ida y vuelta) y dificultad media. Recomendamos en primer lugar acercarse al Centro de Interpretación del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, dentro de la red de centros de la Red Natural de Aragón, que se encuentra en la Pradera de San Indalecio, junto al Monasterio Nuevo. A modo de introducción aquí podremos conocer más sobre lo que nos vamos a encontrar en la jornada: la vegetación, sus destacados elementos geomorfológicos, las especies más señeras del espacio y las rutas señalizadas.

El sendero a Santa Cruz de la Serós es el S-6. Se toma en el extremo derecho de la carretera del Monasterio Nuevo, avanzando unos metros desde el Centro de Interpretación en dirección al Monasterio Viejo. Arranca este paseo por un primer tramo que se adentra en el bosque en un descenso suave hasta llegar al Cruce de Cuatro Caminos, donde cambia la dirección hasta alcanzar el Barranco del Infierno. A lo largo de todo el recorrido se encontrarán paneles explicativos de las principales especies del espacio, como el erizón, mata con forma de almohadilla muy abundante por el abandono de los usos ganaderos, la senera o la oreja de oso, una especie endémica del Pirineo y el prepirineo, también llamada ‘planta revividora’ por su fuerte resistencia ya que es capaz de rebrotar tras su desecación.

Desde aquí, la senda va descendiendo y el camino se abre, ofreciendo buenas vistas de las sierras prepirenaicas. Se van salvando los farallones septentrionales de la sierra en el descenso, donde la ruta se cruza con la cabañera que comunicaba los municipios de Botaya y Santa Cruz de la Serós para el aprovechamiento de pastos.

Se continúa por pista forestal, y se atraviesan los postes de la red eléctrica. Es un buen momento para echar la vista atrás y contemplar la interesante geología de la zona y los escarpes, que albergan una importante población de rapaces. En este último tramo se avanza ya divisando el núcleo de Santa Cruz de la Serós.

Se recomienda un paseo por el pueblo, buen ejemplo de urbanismo y arquitectura popular altoaragonesa, con casas robustas en piedra, tejados de lajas y las simbólicas chimeneas troncocónicas, además de visitar la ermita de San Caprasio y la Iglesia de Santa Cruz de la Serós, joya del románico del Altoaragón.  Se recuerda que la entrada a los monasterios nuevo y viejo de San Juan de la Peña es combinada con el acceso a esta iglesia.

Una vez hayamos disfrutado de un paseo por Santa Cruz y repuesto fuerzas, se puede iniciar el camino de regreso. Accede la ficha técnica de la ruta aquí.

Es importante portar agua, avituallamiento, crema de solar y gorra, además de consultar la previsión climatológica antes de emprender la ruta.

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